LIBERTAD A TRAVÉS DE LA SALVACIÓN EN CRISTO.

 



Hoy, para reflexionar sobre una verdad transformadora  contenida en la epístola de Pablo a la iglesia en Roma. Este pasaje nos habla de la libertad que encontramos en Cristo Jesús. Cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón experimentamos una liberación que va más allá de nuestra comprensión humana.  La libertad en Cristo no solo nos libera de la condenación del pecado, sino que también nos ofrece una vida guiada por el Espíritu Santo. Esta verdad es esencial para nuestra fé y nuestro caminar diario con Dios.


A través de éste mensaje, exploraremos cómo la fe en el Señor nos otorga esta libertad. 

¿Que significa la liberación para los creyentes, y como cambia nuestras vida después de la salvación?


Recordemos que las palabras de la biblia so una guía y una fuente de esperanza. Permitamos que el Espíritu Santo nos hable y nos ilumine mientras exploramos estas enseñanzas. Que este mensaje nos fortalezca y nos inspire a vivir plenamente en las libertad que solo Cristo nos puede dar.


LA LIBERTAD QUE SENTIMOS. (romanos 8 vers. 1)

El versículo clave nos dice: ¨Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús¨.  Este versículo es una declaración poderosa de la libertad que tenemos en Cristo. No hay condenación, lo que significa que somos liberados del castigo y la culpa del pecado.


Este sentimiento de liberación es profundo y transformado. La culpa y la vergüenza son reemplazadas por la paz y la esperanza. Al entender y aceptar ésto, comenzamos a vivir una vida libre de cargas innecesarias. Además, ésta libertad nos permite acercarnos a Dios sin temor. Nuestra relación con Él, se vuelve más íntima y real. Ésta libertad también nos da valor para enfrentar los desafíos de la vida con confianza.


LIBERTAD DE LA CONDENACIÓN DEL PECADO.


Al aceptar a Cristo, somos liberados de la condenación que el pecado trae consigo. Ésto es algo que queda bien declarado por el apóstol  en el vers. 2 donde nos dice: ¨Porque la ley del Espíritu da vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.


Así que, ya no estamos bajo el yugo de la culpa ni del temor del juicio eterno. En lugar de eso, experimentamos una liberación que nos permite vivir plenamente. Ésta liberación nos da una nueva perspectiva de vida, una donde podemos mirar al futuro con esperanza como dice 2 Corintios 5:17, Si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Esta transformación nos da fuerzas para vivir conforme a la voluntad de Dios.


RELACIÓN ÍNTIMA CON DIOS.

La ausencia de condenación nos permite acercarnos a Dios con confianza y sin miedo. Romanos 8:15 nos dice: Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos ¡¡ ABBA, PADRE!!.


La barrera que el pecado había levantado entre nosotros y Dios ha sido derribada por la gracia de Cristo. Ésto, crea una relación más intima y profunda con nuestro creador. A través de la oración y la lectura bíblica, podemos conocerlo mejor y experimentar su amor de una manera más tangible. Es por eso que en Hebreos 4:16 se nos invita a acercarnos confiadamente al trono de la gracia.


VALOR PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS.

La libertad en Cristo también nos da el valor para enfrentar los desafíos de la vida. Romanos 8:31 nos asegura: ¿Que pues diremos a esto?, Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?. Sabemos que no estamos solos y que Dios está con nosotros en cada paso del camino.


Esta confianza nos permite enfrentar las dificultades con la actitud positiva y con la certeza de que Dios nos dará la victoria. Como dice en filipenses 4:13, Todo lo  puedo en Cristo que me fortalece. Ésta promesa nos da la fortaleza necesaria para superar cualquier obstáculo.

La liberación de la condenación del pecado es una verdad que debe impactar cada aspecto de nuestra vida. Enfrentemos los desafíos con valor, sabiendo que Dios está con nosotros. Cultivemos una relación íntima con Él, a través de la oración  y la lectura de su palabra. Vivamos con la esperanza y la paz que viene de saber que no hay condenación para los que están en Cristo. Esta libertad debe ser el motor que nos impulse a vivir vidas santas y dedicadas al servicio de Dios y de los demás.


LA FE EN EL SEÑOR, NOS DA LIBERTAD.

La fe en el  Señor nos ofrece una liberación que va más allá d lo terrenal. Nos libera de la esclavitud del pecado y nos permite vivir conforme al Espíritu Santo. Esta liberación es una promesa y una realidad para todos los creyentes. 


En Gálatas 5:1, Pablo nos recuerda: Para libertad, Cristo nos hizo libres.Esta libertad se manifiesta en nuestra vida diaria, permitiéndonos vivir sin temor y con propósito. La fe nos libera del peso del pecado y nos da una nueva identidad en Cristo.

Antes de conocer a Cristo estábamos atrapados en patrones d comportamientos y pensamientos que nos alejaban de Dios. Romanos 8:6 nos dice: Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero, el ocuparse del espíritu es vida y paz. Pero ahora en Cristo somos libres para vivir una vida que agrada a Dios. 

Romanos 6:22 dice: Habiendo sido liberados del pecado, hemos venido a ser siervos de Dios y el fruto de esto es la satisfacción.  Esta nueva vida nos permite experimentar la verdadera liberación, una que no esta basada en nuestras propias fuerzas, sino en el poder de Dios.


Ya nos somos definidos por nuestros errores del pasado o por nuestras debilidades, sino por nuestra relación con Cristo. En 2 de Corintios 5:17 se nos dice que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas. Esta nueva identidad nos da la libertad de vivir de acuerdo con el propósito de Dios para nuestras vidas, sabiendo que somos amados y aceptados por Él.


                            Tᴇ Dᴇsᴇᴏ Uɴ Bᴜᴇɴ Dɪ́ᴀ.

꧁Habitando En Su Presencia꧂

Dɪᴏs Tᴇ Bᴇɴᴅɪɢᴀ.


























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