LA FE PARA AGRADAR A DIOS

  


La Palabra de Dios escrita da a conocer la naturaleza de Dios y los propósitos de Dios para el hombre.


Al ir tomando conocimiento de la Palabra de Dios vemos que uno de los aspectos que Dios da a conocer con gran énfasis y absoluta claridad es, precisamente, Su naturaleza Todopoderosa y su deseo de extender ese poder a los hombres.


Dios desea que los hombres vivamos vidas plenas y que llevemos fruto. Para llegar a manifestar esta calidad de vida, se necesita…poder de Dios…, y es entonces por esto que Dios hace disponible Su poder, porque lo necesitamos.


Dios es Todopoderoso, y este poder El lo extiende a los hombres. En otras palabras e! poder de Dios ESTA DISPONIBLE para usarlo.


Bíblicamente, así como en cualquier aspecto de la vida, una vez que una persona sabe QUE ESTA DISPONIBLE, el próximo paso es saber COMO RECIBIRLO.


En lo que a Dios respecta, el COMO DE RECIBIR aquello que El hace disponible para el hombre es… CREER.


Veamos esto en Efesios 1

Efesios 1:19

Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza 

"... para nosotros los que creemos..."


La clave o el cómo, para recibir aquello que está disponible de parte de Dios es CREER.


Precisamente, una de las razones por lo cual la humanidad no ha recibido a través de las edades los beneficios existentes en las promesas de Dios escritas es por no haberlas creído.

Si decido creer y no dudar, recibiré los beneficios de esa creencia porque al creer recibiré.

Y aquí estamos en presencia de una de las leyes más grandes que enseña la Palabra de Dios, la cual establece que:


CREER produce RECIBIR o que la

CREENCIA produce FRUTOS


Cuando se habla de una ley, significa que existe una regla y norma constante e invariable a que están sujetas las personas o las cosas.

Bajo idénticos parámetros, su cumplimiento es inevitable.

Por ejemplo, la ley de la gravedad establece que todo cuerpo es atraído por una fuerza hacia el centro de la tierra.

La ley de la creencia establece que aquello que yo crea lo voy a recibir, o en otras palabras, uno recibe aquello que cree.


Vean esta ley y su cumplimiento enunciada por el Señor Jesucristo.


Mateo 8:13

Entonces Jesús dijo al centurión: Vé, y como creíste, te sea hecho, y su criado fue sanado en aquella misma hora.


El centurión creyó que el Señor Jesús sanaría a su criado y qué sucedió? ...

“fue sanado en aquella misma hora ..."


Creer es una ley. Según uno cree, asi recibe.  Aquello en lo cual los hombres creen, está determinado o regulado por la información que fueron recibiendo a lo largo de su vida.

Ahora bien, cuando hablamos que creer es la clave o el cómo para recibir aquello que Dios tiene para e! hombre, nos referimos a esa CREENCIA que se basa en el conocimiento y entendimiento de Dios a través de Su Palabra escrita.


El hombre jamás recibirá las cosas que Dios tiene dispuestas para él por creer lo que dicen los diarios, por creer lo que diga un líder político o religioso, o por creer que con ser bueno eso alcanza.


El énfasis está en que lo importante no es creer sino en que, o quien creemos.


Veamos este principio en la vida de Sara, esposa Abraham

Hebreos 11:11

Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien [Dios] lo había prometido.


Ahora bien, habiendo aclarado esto, nos toca avanzar para ver cómo uno aprende a creer o cuál es la fuente para esa creencia que es el cómo para recibir de Dios.


Para ver esto, observemos Romanos 10.

Romanos 10:17

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.


La creencia (en cuanto a los asuntos de Dios) es (viene) por el oír y el oír por la Palabra de Dios.

La fuente que provee enseñanza correcta en cuanto a cómo creer correctamente con relación a los asuntos de Dios es, precisamente, la Palabra de Dios, no ninguna otra fuente.


Podrá haber muchos hombres que digan "... yo tengo mi fe, o yo soy un hombre de mucha fe ..." pero en verdad, sin un sustento firme de la Palabra de Dios es solo una frase.


La creencia, que se basa en el conocimiento simple, claro y preciso de la Palabra de Dios es:

LA CLAVE DE ACERCAMIENTO Y COMUNIÓN DEL HOMBRE CON DIOS


Quisiera que por favor vean esto que es tan tremendo, en el libro de Hebreos.

Hebreos 11:6

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.


Este gran versículo nos informa que para acercarse a Dios hay que CREER Y CREER LO SIGUIENTE:

QUE LE HAY (en otras palabras que existe)

Y (crea también)

¡QUE ES GALARDONADOR DE LOS QUE LE BUSCAN!


Dios desea y espera que los hombres tengan vidas plenas y activas, manifestando Su poder en el diario vivir y para esto es necesario creer.

Si deseáramos en este momento, definir o presentar la esencia de lo que es creencia o creer correctamente, debemos ir a la Palabra de Dios y verlo en:


Hebreos 11:1

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.


La creencia de un hombre en cuanto a los asuntos de Dios o ser un creyente, tiene que ver con la firme convicción que ese hombre abriga en su corazón, en cuanto a la existencia de Dios, como así también en cuanto a su verdadera naturaleza de bondad y poder para bendecirlo y galardonarlo en su diario vivir.


La Palabra de Dios muestra que la duda suele ocupar el lugar de la creencia correcta en nuestro corazón y por lo tanto impide manifestar los frutos que Dios tiene reservados para quienes se acercan a El con creencia:


Marcos 11:23

Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.


"... no dudare sino creeré..."


¿De dónde proviene la duda en cuanto a Dios y Su Palabra?

En términos generales, la información que proviene del mundo, de circunstancias, la sociedad y los medios de comunicación sumergen a la gente en un océano de dudas.


Debemos saber que la duda afecta seriamente el ánimo del hombre, sometiéndolo a una inseguridad en toda su vida.

Debemos buscar estabilidad en nuestro ánimo y esto se logra eliminando dudas que el mundo genera.


La decisión de creencia, firme convicción en la Palabra de Dios erradica las dudas que el mundo genera y nos permite apropiarnos del fruto existente en las promesas de Dios.


A las dudas le siguen las inseguridades, las preocupaciones desmedidas y los temores que, finalmente, lo llevan a uno a un estado de apatía e incredulidad.

Hebreos 3:1

Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;


Es la creencia que se basa en la Palabra de Dios, la que permite que las cosas sucedan y el poder de Dios sea una realidad para nuestro diario vivir. Es la creencia correcta lo que hace que todo sea posible.


Marcos 9:23

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.


Esta es la grandeza de la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios nos declara que en la creencia hay poder.


Sabiendo esto, somos cada uno de nosotros quienes debemos pararnos firmes, erradicar dudas de nuestro corazón con la verdad de la Palabra de Dios y decidir tener esa firme convicción en las promesas de Dios, con el fin de comenzar a vivir una nueva calidad de vida, una vida con seguridad, con fortaleza interior, con alegría de vivir, con resultados y fundamentalmente con paz en el corazón.


Recuerden y guarden en lo más profundo de su corazón la promesa de Jesús cuando dijo:


"... al que cree todo le es posible..."


 

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