PARA SER COMO CRISTO
La transformación de las vidas es una de las bendiciones más gratas de la iglesia. Observar el cambio de vidas y corazones es algo sorprendente y hermoso; del caos al orden, de la perdición a la salvación, de los vicios a la libertad, de la amargura y el resentimiento al gozo que nos llena de alegría y esperanza.
Esto es un proceso que debemos hacer por amor a Dios y es la tarea que día a día debemos elegir hacer para glorificar a Dios.
El apóstol Pablo menciona al cambio profundo que experimenta toda persona que se entrega a Cristo Jesús al afirmar en la carta a los Corintios
2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Esta es una de las promesas más maravillosas que viene de la relación con Cristo: podemos experimentar un borrón y cuenta nueva. Si antes eras una persona de mal hablar, Cristo introduce en la vida una fuente de bondad y gratitud, para que de tu boca fluyan palabras sanas y agradables. Si antes estuviste lleno de amargura y resentimiento, Cristo te da muchos motivos para vivir con un propósito claro y una perspectiva gozosa, a pesar de las circunstancias alrededor.
Pero este cambio no ocurre todo al instante. La vida nueva en Cristo comienza a obrar dentro del ser, del corazón, cuando la Palabra nos va guiando a reproducir el carácter de Cristo en cada uno de nosotros, y a la vez decidimos vivir como El vivió.
El propósito de Dios en la transformación sigue obrando en nosotros hasta que lleguemos a ser como Cristo Jesús. Este es el propósito de Dios al salvarnos del pecado y de una vida egoísta y solitaria.
1 Timoteo 2:3-4
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Se trata, entonces, de una transformación que ocurre en nosotros cada día, a lo largo de toda la vida y depende de nuestra decisión diaria.
Pablo se refiere a esta transformación en otros pasajes, en los cuales usa una palabra muy interesante. Prestemos atención a estos textos ahora:
Romanos 12:1–2:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
En este pasaje la palabra «transformados» viene de la misma palabra griega “metamorfoo”, de la que se deriva nuestra palabra metamorfosis, que significa «transformación de una cosa en otra».
La Biblia dice que somos piedras vivas en la casa de Dios. Podemos imaginar a alguien que toma una piedra sucia, al lavarla por primera vez, quitará mucha inmundicia pero si tuviera manchas de grasa necesitará lavarla nuevamente para ver la piedra tal cual es.
Entonces podremos modificar su forma trabajando directamente sobre la piedra.
Esto ilustra la forma en que el Señor trata con nosotros. En nuestra conversión los pecados visibles desaparecen. Dios ha realizado la primera limpieza, pero luego habrá una acción más profunda que incidirá sobre nuestro ser.
Dios estará trabajando sobre nosotros allí donde haya conflictos espirituales debido a nuestra forma de ser y su mano estará presente, porque debemos tomar la forma de Cristo.
La forma de ser que teníamos tiene que cambiar paulatinamente (no es instantáneo) y de gloria en gloria seremos transformados.
No mirándonos a nosotros mismos, pues nuestro juicio no es correcto. No mirando al de al lado (su aspecto o cómo actúa).
La Palabra habla de hacernos igual a la forma de Cristo, y solo a Él debemos mirar..
Romanos 8:29
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
2 Corintios 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Mirando “la gloria del Señor”, es como seremos transformados. Mirando a Cristo día a día es como nuestro ser se va a ir transformando.
Hebreos 5:8-9
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
Aquí dice que Jesús por sus padecimientos aprendió la obediencia.
Él no era el mismo a los dieciocho que a los treinta años, pues con todo lo que vivió y padeció llegó a ser El Salvador de la humanidad.
Así también ocurre con sus discípulos que siguen al Señor, para ser transformados a su imagen y semejanza.
TENEMOS UN CARÁCTER PRESENTE Y DEBEMOS TRANSFORMARNOS HASTA LLEGAR A LA META: SER COMO CRISTO.
Efesios 4:13
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Es importante establecer que somos diferentes. El diamante que saldrá de cada uno de nosotros será distinto uno de otro.
Teniendo presente que somos diferentes. Aunque parezca obvio, es de mucha ayuda tener conciencia de esto.
Dios es nuestro Hacedor. Él nos ha dado dones diferentes a los de nuestro prójimo. Aceptémonos sin complejos ni soberbias, también a nuestros semejantes, sin esperar que sean iguales a nosotros (esposos, hijos, familiares, hermanos en la fe, etc.).
Efesios 4:17-32
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Es necesario que cada uno de nosotros revisemos nuestros corazones y además de nuestros corazones, revisemos nuestras huellas, porque como cristianos venimos caminando y muchas veces sin ver que estamos dejando atrás.
Esta debe ser una tarea que llevemos con mucho cuidado, ya que como cristianos genuinos debemos nosotros estar seguros de que la estela, la huella que dejamos detrás debiera reflejar el corazón y el ser de Cristo.
Efesios 5:15-17
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Para poder andar como Dios lo desea, sus hijos tenemos que entender el concepto de transformación, del cual la Biblia nos habla en esta porción en la que el apóstol Pablo se dirige a los Efesios.
Dios desea:
1. EL CAMBIO COMPLETO EN EL CRISTIANO
2. LA DISPOSICIÓN DE OBEDECER
3. LA TRANSFORMACIÓN CONTINUA
Efesios 4:17
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente.
No hay otra manera de encarar la renovación de un cristiano que no sea, comenzando primero por esta acción. Dios no desea medias tintas o actitudes tibias de sus hijos. Dios desea un cambio completo que manifieste lo que somos.
Es el mismo apóstol Pablo, el que nos habla en Romanos 12:1-2 del concepto de la metamorfosis cuando nos declara que debemos experimentar una transformación por medio de la renovación de nuestra mente
Nos recuerda la idea de un cambio genuino a través de la RENOVACIÓN DE NUESTRO ENTENDIMIENTO. Esta es la manera sugerida por la Palabra para que el cristiano, cada día, busque una vida mas renovada según Dios.
TENEMOS QUE EXPERIMENTAR UN CAMBIO GENUINO
(Ef. 4:19-21)
Tenemos que esforzarnos, no podemos tan solo orar o leer la Biblia para que Dios nos cambie, también tenemos que ejercitar nuestra voluntad al cambio y a la renovación de nuestra mente y tratar de glorificarle a Él.
LA TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL DEMANDA UNA ACCIÓN DIARIA
Los creyentes tenemos que llevar una vida en la cual nos ocupemos de buscar diariamente, la voluntad de nuestro creador. Esta es una demanda del mismo Dios, el hecho de que entendamos que esta es una jornada que debemos recorrer cada día de nuestra vida.
Todos debemos saber que para lograr esta bendición, nosotros debemos ir a la Palabra cada día en búsqueda de las actitudes que provienen de Dios, que Él nos recomienda que pongamos en práctica y que son parte de sus actitudes.
Vestirnos del nuevo hombre en nuestra mente, es un proceso deliberado y personal.
La renovación del entendimiento, es necesario para comprobar cual es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta, y en base a creer en esa voluntad de Dios, manifestar el poder de Dios en nuestro diario vivir.
Filipenses 2:5
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.
Tenemos disponible transformarnos, cambiar la calidad de nuestra mente y pensamientos para tener el sentir que hubo en Cristo Jesús.
3 Juan 4
No tengo yo mayor gozo que éste, el oír que mis hijos andan en la verdad.
Hay un gran Gozo de Dios cuando andamos en la verdad!
Andar en la verdad requiere un entendimiento renovado y una decisión diaria de creer y llevar a cabo la buena voluntad de Dios que es agradable y perfecta.
NOSOTROS DECIDIMOS QUE ESTILO DE VIDA VAMOS A DESARROLLAR
Dios desea que tengamos siempre en todas las cosas todo lo suficiente.
Llegar a vivir es estilo de vida requiere un andar de entendimiento renovado y creencia.
Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
El mismo poder que operó nuestro Señor y Salvador Jesucristo y que Dios utilizó para resucitarlo de los muertos y sentarlo a su diestra, está nacido en nosotros y disponible para nuestro diario vivir.
Este poder en manifestación nos hace más que vencedores en toda situación.
Todo lo que queda es recordar en toda situación, que la clave para evidenciar el poder que hemos recibido está en renovar el entendimiento y creer la buena voluntad de Dios que es agradable y perfecta.
Ser Cristianos significa que debemos buscar ser como Cristo.
Todas nuestras acciones deben enfocar a andar como él anduvo. ¿Qué significa eso? Que lleguemos a amar, a perdonar, a sanar, a ver, a oir, a pensar y a andar como él anduvo!
1 Pedro 2:21
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas
Él tiene que llegar a ser realmente EL SEÑOR de nuestras vidas, y nosotros ser imitadores de Cristo en este tiempo.
Colosenses 2:6-7
Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias
Este es el tiempo de vivir el verdadero Cristianismo y transformarnos a la imagen de Cristo, para llevar amor, llevar sanidad, llevar paz y consolación a quien lo necesite en el mundo.
Colosenses 3:12-14
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándonos unos a otros, y perdonándonos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
Tᴇ Dᴇsᴇᴏ Uɴ Bᴜᴇɴ Dɪ́ᴀ.
꧁Habitando En Su Presencia꧂
Dɪᴏs Tᴇ Bᴇɴᴅɪɢᴀ.
Comentarios
Publicar un comentario